Actividad fin de semana 19: LA CARTA PIEDRA

Hace muchos, muchos años, antes de que el hombre creara la escritura como uno de sus medios de comunicación, las personas recogían piedras en las que volcaban sus sentimientos para luego entregárselas a otra persona a modo de mensaje.
Se podría decir así que la piedra es la precursora de lo que hoy conocemos como carta.
Cuando una persona recibía una carta piedra, debía buscar en ella el mensaje que esta encerraba. 

Hay una película titulada "Despedidas" de Yojiro Takita, del año 2007, en la cual el padre del protagonista enseña a su hijo a enviar y recibir cartas-piedra con estas palabras:
"Hace tiempo, antes de que la gente creara la escritura, se enviaba una piedra que reflejaba los sentimientos que tenías. Por su peso y por su tacto, quien la recibía sabía como te sentías. Si la piedra era lisa, se podía deducir que eras feliz; si era rugosa, que estabas preocupado por algo (…)".

En A horta de Artes las piedras nos fascinan tanto grandes como pequeñas, pero las cartas todavía más, por lo que no hemos podido resistir la tentación de hacer nuestras propias cartas-piedra después de descubrir su existencia y significado.

Seleccionamos por su forma y textura un puñado de piedras que nos parecieron agradables, las decoramos con hilos de colores y botones y sobre ellas escribimos bellos y positivos mensajes, convirtiéndolas así en unas auténticas cartas-piedra.

Con nuestro cesto lleno nos fuimos de paseo, a recorrer caminos y en ellos fuimos dejando en aquellos rincones que más nos gustaron, un piedra, destinada a ser encontrada por la persona dueña del mensaje que contenía.

Piedras decoradas con hilos de colores, puntillas y botones.

Detalle de algunas de las piedras que hemos decorado.

Cesto lleno con todas nuestras piedras.

Con un rotulador permanente vamos escribiendo bonitos mensajes en cada una de las piedras.

Piedra con mensaje.

Piedra con mensaje.

Piedras con mensaje.

Y allá nos vamos. En aquellos sitios que nos gustaron, dejamos una piedra.

Nuestra primera piedra, lista para ser encontrada por alguien.

Seguimos buscando sitios para dejar nuestras piedras.

Elegimos la piedra...

... y la colocamos en el lugar apropiado.

Y así una tras otra nuestras cartas-piedra han quedado repartidas por los diferentes caminos.

Realizar una carta-piedra es muy sencillo. En A horta de Artes os dejamos un esquema con los materiales que nosotros hemos utilizado, con la intención de que quedaran bonitas y la persona que la encuentre una vez recogida quiera quedársela. No sabemos si las personas que las encontraron se alegraron o se sorprendieron al verlas, pero si sabemos que las recogieron, pues al día siguiente no había ninguna carta-piedra en los lugares que las habíamos dejado con todo nuestro cariño. Os animamos a que hagáis vuestras propias cartas-piedra y repartáis muchos y bonitos mensajes.