ORTIGA

Abril 2013

La ortiga es una planta silvestre perenne de la que casi nadie guarda buenos recuerdos después de conocer el agudo escozor que provocan sus pelos urticantes en contacto con la piel.
Por su mala fama esta planta con el paso del tiempo se ha convertido para la mayoría de nosotros en una gran desconocida, llegando a suprimirse de la dieta pese a poseer grandes e importantes propiedades para nuestro organismo.

Es muy fácil que nos la encontremos en cualquiera de nuestras salidas al campo creciendo de manera silvestre, pero últimamente y cada vez más comenzamos a verla en las huertas cultivada con el resto de las plantas. 

En general (aunque depende de la variedad) las ortigas jóvenes son menos irritantes que las adultas siendo muy importante siempre la manera de tocarlas. Sus hojas (por la parte exterior) y los tallos están cubiertos de finísimos pelos urticantes, cuya punta es muy frágil y están diseñados para partirse en ángulo al más mínimo roce y con ello clavarse en la piel.  Si arrancamos una ortiga y la sacudimos con energía estos pelos se rompen y acto seguido se vuelve inofensiva. Es por ello que si nos rozamos suavemente con ellas sentiremos un fuerte escozor, pero si  las agarramos con fuerza no sentiremos prácticamente nada.

La ortiga es una planta rica en minerales, con gran cantidad de hierro, calcio, magnesio y vitaminas del grupo B.
Podemos comerla fresca como muchas otras verduras de la huerta (su sabor es muy similar al de la espinaca) siendo una gran aliada para el buen funcionamiento del sistema circulatorio, riñones y pulmones. Es diurética y depurativa de la sangre, ayuda a restablecer el ánimo en momentos bajos y provoca un efecto relajante en estados de nerviosismo.

"La verdad es como una ortiga:
si la rozas, te pincha; pero si con fuerza la coges no notas ni el roce"

Ortigas silvestres

Planta de la ortiga entera; hojas, tallo y raíces.
Cortando hojas tiernas de ortiga para elaborar las recetas de esta semana.
¡No olvidéis llevar siempre guantes y tijeras!
Hojas de ortiga para cocinar.
Si os animáis a probar esta planta "desconocida para muchos" es importante que cuando vayáis a recolectarla no os olvidéis de llevar unos buenos guantes, unas tijeras y una bolsa o cesto para guardarlas.
Nosotros cuando recogemos ortigas para cocinar tan solo traemos las hojas de la parte superior de las plantas más jóvenes, por ser más tiernas y de mejor sabor, desechando los tallos que ya no cortamos a la planta.
Si vamos a hacer infusión cortamos el tallo entero con sus 4 últimas filas de hojas y para preparados de la piel o el pelo cogemos las raíces y parte inferior del tallo.
Es importante a la hora de recogerlas, saber cómo las vamos a utilizar y así solo traer la parte de la planta que nos interesa sin dañar el resto.

Animaros a conocer y probar esta planta tan "especial", nosotros en próximas entradas os iremos contando de que maneras la utilizamos y ricas recetas para realizar con ellas.


"Desde muy chica, la ortiga... pica"

2 comentarios:

  1. Las ortigas, según cuentan las "malas lenguas" son buenas para la artritis .... cosa que no es de extrañar puesto que el escozor que provocan las ortigas debe hacer olvidar los males provocados por la artritis.

    Ya había leído lo beneficiosas que son ... ahora es cuestión de probarlas (aunque si no consigo que mi familia tome verduras ... imagínate las ortigas) je, je, je.

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    1. David, si no las has probado nunca te van a sorprender. Pese a su mala fama están muy ricas y admiten muchas maneras de cocinarlas.
      Nosotros para la artritis no las hemos usado (nos llega con haberlas rozado alguna vez accidentalmente), pero aplicadas en cataplasma para los esguinces y torceduras, ya te confirmo que funcionan, tanto que si no picaran les darías un beso. :)

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